jueves, 16 de octubre de 2014

Un año sabático


Con cuarenta años el ya desaparecido Jack Brabham ganó su tercer título mundial. Alain Prost no ganó ninguno de sus cuatro campeonatos con menos de treinta años al igual que Sir Jack Stewart que ganó el primero con treinta y el tercero y último con treinta y cuatro. También el finlandés Mika Häkkinen es otro de los muchos pilotos "campeones a los treinta y tantos". Lo fue con treinta y treinta y uno en las temporadas 1998 y 1999. En estos datos se apoyan muchos de los que pagarían a Fernando para que siguiera corriendo los Domingos. Quieren verle campeón como sea pero quizás el asturiano  no piense igual.


Hace un par de días cogí prestada una clásica coctelera Cobbler Shaker a la que después añadí todos y cada uno de los ingredientes — afrodisiacos o no — que he podido encontrar por los ajetreados mercados gastronómico-deportivos. Siguiendo las instrucciones he mezclado con sumo cuidado el contenido de mi receta y el resultado ha dejado un sabor a año sabático. No tengo claro si ese gustillo perdurará en el paladar por más tiempo o si por el contrario un sólo cóctel no será suficiente para saber qué pasará más adelante en la carrera de Fernando.


Puede que para algunos el sabor subsista y entonces vea más afianzada la opción de que Alonso no regrese a la Fórmula 1. En ese caso muchos necesitarán otra copa para ahogar los malos presagios sobre la F1 a partir de entonces en nuestro país. Entonces notarás uno de los efectos de esta pócima inventada y recordarás las temporada 2005 y 2006 y recordarás con detallada nitidez los dos fantásticos mundiales conseguidos por el asturiano y sus tres sub-campeonatos inolvidables a lo "David contra Goliat" en 2010,2012 y 2013. Cuantos desearían tener en su palmarés la mitad de lo que lleva escrito Fernando Alonso. Mirarás a un lado y a otro evitando que los presentes noten tu tristeza y una hermosa mujer que comparte contigo la barra del bar te susurrará al oído que «nada es para siempre». Ella toma lo mismo. Quizás también sienta lo mismo.

El periodismo deportivo sin especulaciones no tiene interés ni sentido. En la Fórmula 1 mucho menos. Para hablar tan sólo de estadísticas o números dejo el trabajo en manos de ordenadores. Ellos lo recuerdan y archivan todo pero les falta el tener instalada nuestra particular forma de hacer funcionar nuestro cerebro. Esto tan sólo es una opinión, bébala con moderación.  

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