martes, 21 de julio de 2015

Buen viaje, Jules.

Quedaban tan sólo nueve giros para dar por finalizada la que sería una trágica carrera más en el circuito japonés de Suzuka. Curva número siete. El monoplaza de Sutil en la grava junto a las vallas protectoras. Una grúa que resultó pararse justo ahí, en ese preciso lugar y no en otro para quitar de en medio el Sauber del alemán. Y de repente Jules.