martes, 22 de julio de 2014

¿Qué hace un piloto como tú en un coche como éste?

Como si versionáramos la canción "casi homónima" de Burning de finales de los años 70 «¿Qué hace una chica como tú en un lugar como éste?» nos subimos hoy al escenario de Bandera a Cuadros para "cantar" este artículo dedicado al esfuerzo y espectáculo realizado por los "veteranos" en el pasado festival de Hockenheim, en especial al del piloto asturiano y bicampeón del mundo Fernando Alonso.



Como decía la canción que allá por el 1978 derramaba con su voz el ya fallecido Toño Martín en su grupo de rock madrileño: «Mujer fatal...siempre con problemas!!». Lo mismo, salvo con algunos cambios en la letra, podríamos decir para Fernando Alonso, «...piloto fatal, siempre con problemas...», pero demostrando éste una dureza que más quisiera ser símil de ella el mismísimo diamante. Como si de la noche madrileña durante la década de los 70 y 80 se tratara, los circuitos se convierten para el piloto de Ferrari en callejuelas sin salida, a veces iluminadas por los destellos de una vibrante bombilla anclada a una solitaria farola que se esfuerza por iluminar con dificultad la trazada y otras veces se quedan, sin oposición, a oscuras, en dónde la recogida de un puesto digno en la clasificación final se convierte en una auténtica quimera.

Aun así llega el fin de semana siguiente y vuelve a la carga para combatir en su particular lucha, para meterse en el peor de los "garitos" a bordo de un monoplaza carente de fuerza y carácter,fuera de lugar, totalmente fatigado. Un monoplaza cuya marca fue, en 16 ocasiones, campeona del mundo. La última de ellas en 2008... quizás ya haya llovido demasiado. Hoy la música de los bares suena mucho más rápida que por aquel entonces y a quienes se quedan dormidos por las esquinas o deambulan borrachos de fama de barra en barra, les pasan por encima jóvenes alemanes, guapos y con dinero a los que también les han enseñado a hacer máquinas rápidas para volar por los circuitos de todo el mundo y con las que a día de hoy todos quieren bailar.

El pasado Domingo, durante el Gran Premio de Alemania en el legendario trazado de Hockenheim, volví a disfrutar ,como hacía tiempo, de la carrera. Empezando por la espectacular salida y terminando por el ritual de adelantamientos que nos ofrecieron pilotos como Lewis Hamilton que no soltó el cuchillo de principio a fin. El británico arrancó en vigésima posición de parrilla, al finalizar la prueba le vimos recoger el trofeo al tercer clasificado. Sobran, sino son para alabarle más, los comentarios. Una actuación para quitarse el sombrero. 



Luego vienen ellos, dos de los mejores profesores de baile, para deleitarnos con un nuevo dúo como el que ya disfrutamos en el escenario de Silverstone. Dos cabezas de cartel a los que su "maquina" esta temporada les está limitando a luchar por posiciones de tercera categoría pero que aun así demuestran los galones como los "masters" en materia que son. Vettel y Alonso, Alonso y Vettel volvieron a encontrarse en la pista de baile e hicieron olvidar a los realizadores de la retransmisión que la cabeza de carrera marcaba vueltas rápidas allá por donde estuviese el primer clasificado. En ese momento los ojos y los aplausos del público fueron para dos viejos conocidos, 6 campeonatos del mundo repartidos aunque no de forma equitativa entre dos pilotos. Un tira y afloja con clase, subiendo de tono, realizando los coros de la canción emitida por sus respectivos V6 de manera magistral y cuyas "voces" ni siquiera temblaron cuando en la decimoquinta vuelta y tras la salida de boxes del piloto alemán de Red Bull, Sebastian y Fernando adelantaron a un Kimi Raikkonen que "bailaba" en tierra de nadie en un adelantamiento parecido pero no exactamente igual al ofrecido por Mika Hakkinen a Michael Schumacher en Spa-Francorchamps en el año 2000, el sustituto de Kimi en aquella ocasión fue el brasileño Ricardo Zonta que se quedó "helado" al verse sumergido en la batalla, y menos mal. Sencillamente he de decir que a pesar de que la organización del campeonato y patrocinadores se estén poniendo de acuerdo en no traer de nuevo el mejor de los espectáculos a la F1, aun nos queda el poder dar las gracias a los grandes maestros del pilotaje que por fortuna seguimos teniendo en la actual parrilla del campeonato.



Volviendo al caso Ferrari, y aun dando gracias por el espectáculo ofrecido por parte de Alonso a bordo del mediocre F14T, duele ver a un coche de la fábrica de Maranello en quinta posición y otro en la decimoprimera. Pero hasta que la situación dé un giro de tuerca tocará esperar a que vengan los tiempos en los que la gente quiera volver a bailar con la macchina italiana, o al menos disfruten viéndola sobre los escenarios.

Esta semana el mundial regresa al circuito en el cuál el piloto de Oviedo se alzó con la victoria por vez primera.El trazado de Hungaroring, en Budapest, nos ofrecerá por trigésima vez el Gran Premio de Hungría. Hasta entonces tocará esperar deseando que la F1 nos siga ofreciendo carreras con las que poder disfrutar.

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