miércoles, 17 de septiembre de 2014

La escena del crimen

El coche de la imagen, el de Fernando Alonso.
El por qué de lo que pueden observar en esta fotografía ha sido el desencadenante de una semana negra en Maranello


Circuito de Monza. 7 de Septiembre de 2014. El coche de la imagen, el de Fernando Alonso. Se quedó  tirado al otro lado del muro, justo al final de la recta de meta. Quedaban aun 23 vueltas para finalizar el Gran Premio y en la era de la alta fiabilidad duele ver a cualquier monoplaza quemando aceite a consecuencia de la rotura de su propulsor. Mucho más duele ver que el abandono por fallo mecánico sea el de un Ferrari en su propia casa. Bajo la omnipresente mirada de Enzo Ferrari, la cuál ni siquiera en el "templo de la velocidad" sirve ya como amuleto para la scuderia.

Junto al F14-T un grupo de policía militar italiana, los carabinieri, se encarga de custodiar a la víctima. Algo que no preocupa demasiado al grupo. Otra temporada más y el equipo italiano sigue sin ofrecer los resultados deseados. Ni mucho menos. Al otro lado de la valla, en carrera, el último Ferrari en pista. Es el de Kimi Raikkönen. El finlandés acabó noveno. Y es que esta imagen o mejor dicho el por qué de lo que pueden observar en esta fotografía ha sido el desencadenante de una semana negra en Maranello. A Montezemolo le han llenado los bolsillo con algo más de 3500 millones de las antiguas pesetas (a veces es interesante traducir cantidades monetarias) y le han echado. O más bien se ha ido. En mi opinión su salida debería de haber sido tan de mala manera como la que tuvo el F14-T en Monza después de que Alonso tuviera que apagar su motor en la "cuneta" para que no saliera ardiendo. También esta semana se ha especulado sobre la posible salida de Fernando Alonso de Ferrari, pero ese es otro tema.

Montezemolo es admirado por muchos fanáticos, algunos de ellos cegados en exceso, que parece que no han percibido como el mayor mandatario de la firma durante 23 años ha salido del equipo sin arrugarse la camisa. Por la puerta de atrás (no se olviden de los 27 millones de euros). Y eso que el domingo estuvo allí, en el escenario del crimen, delante de los suyos, presenciando un nuevo fracaso de su equipo, pero le faltó valor de dar la cara para anunciar, a todos los tifossi y aficionados allí presentes que lo dan todo por mantener el espíritu competitivo de un equipo en descarado declive, que abandonaba el barco. Se esperó y lo hizo el Miércoles, vestido de traje y corbata y consciente de que la marca de il cavalino, está muy tocada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario