lunes, 28 de julio de 2014

¡¡Que continúe el espectáculo!!

Me vienen a la mente carreras como la de 2003 o la de la temporada de 2006 y continúas ilusionándote pensando que Hungaroring puede volver a hacernos disfrutar, o mejor todavía, puede volver a ser justo y dar la victoria al mejor. Quedaban nueve vueltas para el final y la sobremesa del Domingo prometía espectáculo. En un Gran Premio más, la categoría reina cumplió.


Nueve vueltas de infarto que me recordaron a las últimas vueltas del Gran Premio de San Marino del año 2005. En aquella ocasión los protagonistas fueron tan sólo dos. Alonso vestía de azul y amarillo y un tal Michael Schumacher volaba por aquel entonces a bordo del Ferrari 248 F1. El circuito en cuestión no era ni más ni menos que Imola y quizás el espíritu competitivo de quien muchos todavía añoran rondara por la cabeza de Fernando y Michael. Allí el piloto ovetense se impuso por poco más de dos décimas en línea de meta y durante las nueve vueltas previas a eso nos dejaron un Gran Premio para la historia. 


Podríamos no tener que volver tan atrás pero el final de la carrera de ayer me levantó en varias ocasiones del sofá. Echaba de menos esa sensación. Cada pasada de frenada de Hamilton, cuando éste marchaba segundo, alimentaba un poquito más las posibilidades de que Fernando se llevara una victoria épica en uno de sus circuitos talismanes. Diferentes estrategias puestas cara a cara en el tramo final. Como me gusta la Fórmula 1!. El trazado de Hungaroring parecía alargarse hasta los 8000 metros de longitud, cada una de las últimas 5 vueltas se me hicieron eternas. Desde casa lograba sentir lo que Fernando debería de estar pensando allí dentro (o al menos eso creo), en su cockpit, teniendo que trazar las curvas mucho más abierto que sus perseguidores para que al salir, su monoplaza traicionara de manera que los neumáticos traseros sufrieran mucho menos. Era cuestión de tiempo.

Lo de ayer no era un cavallino rampante galopando alegremente por una hermosa pradera. Ayer Fernando y su F14T eran ese conejo por el que sufres en los documentales (para los que los vean de vez en cuando) por que no le den caza y que saca su instinto de supervivencia para intentar escabullirse de sus enemigos aun sabiendo que tarde o temprano lo cazarán y será presa de los perros, una especie de crónica de una muerte anunciada que aun así nos brindó a los amantes del espectáculo un bocado exquisito.

A todo esto, Daniel Ricciardo se hizo con su segunda victoria de la temporada y deja en evidencia a un Sebastian Vettel cabizbajo y exasperado. En cuanto a la parte alta de la clasificación esta sigue prácticamente igual con Nico Rosberg a la cabeza de la cuadrilla del mundial seguido muy de cerca de su compañero y por el momento máximo rival, Lewis Hamilton, el cuál no permite al piloto de Wiesbaden cometer el más mínimo error. Nico acumula ya 202 puntos y el británico 191. Entre ellos y el tercer clasificado, Ricciardo, la diferencia aumenta a 71 y 60 puntos respectivamente.

A la vuelta de las vacaciones llega Bélgica y su emblemático circuito de Spa-Francorchamps. Allí en los últimos siete años han ganado cinco pilotos distintos; Raikkönen, Massa, Hamilton, Button y Vettel. Alonso no está entre ellos, tampoco Rosberg. Pero lo que ocurra allí esta temporada será cosa de lo que ahora llamamos futuro. Y el futuro ahora no cuenta para nada. Todo está aquí y ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario